OK, sí, se murió Michael Jackson.
También Farah Fawcett, y la dignidad humana.
Así son las cosas.
Pero este es mi blog y puedo escribir sobre mí, todo lo que quiera.
Así que YO he tenido una gran semana, a pesar de las doscientas veces que he escuchado "Thriller".
He tenido la oportunidad de dormir hasta muy tarde. Porque ya soy una niña grande. Y gracias a esto anoche envié un par de cuentos cortos a concurso. Lo curioso del caso es que estuve unos meses dedicada a escribir, y al final mejor mandé dos cuentos viejos. A ver cómo sale eso.
El día de hoy, sin embargo, me tuve que pelear con el mundo de nuevo. No estoy hecha para las calles. Ya es malo salir a la calle y encontrarse con 40 grados centigrados de temperatura.
Pero en mi caso la situación es siempre un poco mas complicada.
Así que hace un calor de la tostada, no tengo aire acondicionado, llevo a mi hija en el asiento de al lado, acabo de salir del mandado y la comida comienza a calentarse. Tenemos hambre y una soda caliente. Acabamos de salir del estacionamiento para encontrarnos con la sorpresa de que mientras hacíamos el mandado, los trabajadores del estado decidieron bloquear una de dos salidas para ponerse a trabajar. Los carros comienzan a amontonarse y entre ellos un montón de trailers que tampoco pudieron pasar por la calle cerrada y se metieron al estacionamiento. Y todos tratando de salir por el mismo lugar de un solo carril.
Entonces pienso: mientras no se atraviese el tren.
Yo y mi cabezota.
Justo a tres carros de que yo pudiera salir, el tren se apareció de la nada. Y como siempre lo hace, va justo en la misma dirección que yo quiero ir. Lo que me asegura que en cuanto terminen los vagones y yo sea libre, me lo volveré a encontrar a unas pocas cuadras de ahí, bloqueando el camino de nuevo.
Y la radio pasando a Michael Jackson todo ese tiempo.
Mundo, habrás ganado esta batalla. Pero por lo menos no me quede ponchada.
Oh, no debí haber dicho eso.
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