miércoles, 6 de mayo de 2009

El crapusculo de COSTCO

Me gusta mucho ir a Costco. Para mi es como ir de window-shopping, es uno de esos placeres mundanos. Hace un par de días me encontré con una sorpresa en la sección de libros.
Libros de vampiros, especialmente de la nueva clase de vampiros adolescentes.
Al principio trato de ignorarlos. Pero son tantos. No sé si pensar que es porque hay mucha demanda o porque nadie los compra. Intento convencerme de la segunda, a pesar de ver a una sonriente muchacha de negro con plumas rosas en el cabello sosteniendo su librito.
El caso curioso es que en esta tienda en particular, siempre tienen uno libro de cada uno sin plástico para que puedas abrirlo y hojearlo. En el caso de cualquier libro de la saga de Stephenie Meyer, todos estaban bien envueltos.
¿Será que si los dejan abiertos y alcanzas a leer te darás cuenta de lo malo que es y no lo compres? Espero que ese sea el plan. Por lo menos así puedo pensar que la gente tiene un poco de sentido literario. Mientras decido ser una ilusa, la muchacha Meyer duerme en almohadas rellenas de billetes de cien.

Me voy de la sección algo deprimida y frustrada con esta situación.

Siento que me traiciono a mi misma con esto. Generalmente admiro a la gente que se hace rica con ideas terribles, como Stephen King. Pero esta chica me pone de nervios.

Por mas razones que tenga, la que siempre queda en primer lugar es esa que todos pensamos, pero ahora es políticamente incorrecta decir. Como si seguir una moda de pronto te convierta en atormentada minoría.

La segunda razón es que me insulta que alguien que decidió escribir un libro no se tomó el tiempo de consultar un editor de estilo. Así por lo menos aunque la idea no me guste, debería admitir que tiene valor literario. Pero no es el caso.

La tercera es que ni siquiera es una idea original. Es tomar obras clásicas y ponerles capa de vampiro. Mientras me quejo, la muchacha Meyer se hace un tapón para odios con billetes de 500. Para qué esforzarse.






Ahora si, esto es original: The Son of Man, con zarape y sombrero.

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